Mi nombre es Raquel Perez, tengo 34 años y llevo toda la vida haciendo deporte. Aun así, siempre he sido consciente de que mi genética no me permitía momentos de relax… y que por mucho deporte que hiciese… siempre tenía que estar sufriendo contando calorías y vigilando la dieta.
Contacté con Silvia porque tenía dos objetivos claros:
- Prepararme para la Trifecta Weekend de la Spartan Race de Barcelona – Quería bajar el % de grasa y subir los kgs de músculo.
- Aprender a comer fuera de casa (en restaurantes) – recientemente había cambiado de trabajo, y debía comer todos los días en restaurantes… Cosa que me agobiaba, ya que sabía que no podía descuidar mi dieta… y veía difícil ser estricta teniendo que comer todos los días fuera de casa.
La gente que me conoce sabe que soy una persona con mucha fuerza de voluntad… y Silvia lo descubrió tras las primeras visitas, al ver que seguía al pie de la letra todo lo que decía. Para mí... cumplir el primer objetivo, en teoría iba a ser fácil, sólo tenía que confiar en ella.
Después de 3 meses con Silvia, conseguí de sobras cumplir mi primer objetivo, y no sólo llegué en muy buen estado físico a la competición, sino que además, gracias a la alimentación, mejoré mi rendimiento y me recuperé muy rápido tras la Trifecta.
En cuando a comer en restaurantes, era imposible seguir una dieta marcada, por lo que aquí mi fuerza de voluntad para seguir una dieta estricta, ya no era “tan válido”. Aquí no se trataba de seguir una pauta, sino de aprender a comer sano. Fue en este punto, dónde Silvia me sorprendió… y llevó mi alimentación a otro nivel. Durante este camino he comprobado como variando la dieta desaparecían los dolores de cabeza durante la menstruación, mejoraba mi rendimiento en los entrenos… o dejaba de hincharme tras algunas comidas. Descubrí la importancia de la digestión… la combinación y elección de los alimentos… y poco a poco, no sólo aprendí a comer fuera y dentro de casa, sino también a escuchar a mi propio cuerpo.
Tras ver mis resultados, mi hermana y mi marido contactaron con ella. El hecho de que Marc (mi marido) comenzase a visitarse con ella, cambió todo a mejor… y además, en casa dejé de ser la única que comía diferente. Ahora junto con nuestro hijo de 4 años... los tres comemos prácticamente lo mismo y tratamos de comer siempre juntos (sobre todo cenas y fines de semana). Llevar una vida sana y saludable es fácil si tienes las herramientas, estás concienciado y tu familia comparte la misma filosofía de vida (o nutrición).
Ahora la alimentación no me supone un agobio, ya no significa controlarlo todo… al contrario, soy consciente de ella y la disfruto😊