Las grasas en nuestra dieta.

Todos ya sabemos que el consumo excesivo de grasas es perjudicial para la salud, pero lo que no todo el mundo sabe es que hay diferentes tipos de grasas y que algunas de ellas son imprescindibles.

Una primera clasificación sería diferenciar entre grasas y aceites, ambos son lípidos pero los primeros son sólidos a temperatura ambiente mientras que los segundos son líquidos. Lo más habitual es que las grasas sean de origen animal y los aceites de origen vegetal, pero naturalmente no hay regla sin excepción. En el mundo vegetal tenemos grasas como la de palma o el coco y en el mundo animal contamos con aceites de origen marino, como la ballena o el hígado de bacalao. Los lípidos son sustancias orgánicas insolubles en agua y solubles en determinados disolventes, como el alcohol o el éter. Los triglicéridos son los principales lípidos que consumimos a través de los alimentos y que nuestro cuerpo utiliza como fuente energética y que tiene la capacidad de almacenarse en el tejido adiposo. Un triglicéridos es un glicerol y 3 ácidos grasos. Estos ácidos grasos son los que a nosotros ahora más nos interesan, ya que dependiendo de la longitud de su cadena carbonatada y de si está saturada o insaturada nos proporcionará unas características muy interesantes a la hora de seleccionar su consumo ya que nos supondrán un mejor o peor rendimiento, y unos beneficios o perjuicios sobre nuestro organismo.

Si un ácido graso es saturado quiere decir que contiene el número máximo de átomos de hidrógeno, y esto hará que sea un tipo de grasa poco beneficiosa para la salud, ya que tiene mayor adherencia a los vasos sanguíneos y por lo tanto, mayores posibilidades de formar ateroma en nuestro sistema cardiovascular. Además, es una grasa más difícil de utilizar como fuente energética y por lo tanto el organismo tiene una mayor tendencia a acumularla en la cartucheras o en la pancita.

Otro rasgo de las grasas saturadas, es la de su mayor rigidez, que genera una membrana celular mucho menos flexibles y por lo tanto, las células que la contienen tienen un vida útil más limitada.

Podemos observar que las grasas saturadas no son nada interesantes para nosotros, y fundamentalmente para aquellos de nosotros. Ahora bien, ¿es posible eliminar su consumo? Pues es bastante difícil ya que carnes, pescados, mariscos, huevos y  lácteos lo contienen, y naturalmente en una dieta equilibrada no podemos eliminar todos estos grupos de alimentos. Ahora bien, una vez que sabemos que las grasas que estos alimentos contienen, no son las mejores precisamente, es el momento de reducir su consumo al máximo. La primera opción será tomar productos desnatados o elegir las carnes y pescados con menor contenido en grasa.

Pero voy a complicar un poco más el tema. Resulta que dentro del mundo animal hay un grupo muy concreto que son los pescados azules que además de grasas saturadas también tienen una importante cantidad de grasas poliinsaturadas. ¿Y este tipo de grasas insaturadas son beneficiosas para la salud?....pues si, resulta que de esas grasas, que comenté al principio del texto, que son imprescindibles o mejor llamadas “esenciales”,  son insaturadas. Me refiero al ácido linoleico y el linolénico, ambas poliinsaturadas y que podemos encontrar en alimentos de origen vegetal como los aceites de semillas o los frutos secos y también dentro del mundo animal en los pescados azules. Si, hablamos del famoso Omega 3.

Ahora que ya tenemos claro que el consumo general de grasas se ha de controlar y que dentro de las grasas debemos elegir muy bien el equilibrio entre estas, lo mejor será tener muy claro que todos los alimentos deben estar presentes en nuestra dieta diaria pero que el equilibrio, la moderación  y la variedad nos proporcionará una fuente energética apropiada para dar el 100 % de nuestras posibilidades.

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